Guía de práctica clínica para la evaluación y el tratamiento de niños y adolescentes con obesidad
Recientemente, la Academia Americana de Pediatría llevó a cabo la
actualización de la guía de práctica clínica para la evaluación y el
tratamiento de niños y adolescentes con obesidad, cuya última versión
se produjo en el año 2007.
El foco de la declaración anterior estaba en la modificación del
comportamiento y las conductas alimentarias saludables y prestaba
menos atención a los medicamentos para bajar de peso o la cirugía
bariátrica para los jóvenes y no ofrecía consejos específicos a los
profesionales sanitarios sobre cómo abordar el sobrepeso o la
obesidad infantil.
La nueva guía recomienda que los pediatras ofrezcan a cualquier
persona de doce años o más con obesidad – definida como un índice
de masa corporal (IMC) en el percentil 95 o superior – la opción de
recibir medicamentos para perder peso, además de apoyo continuo
para modificar el estilo de vida, incluyendo alimentación saludable y
actividad física.
Los nuevos lineamientos de la Asociación reflejan la idea actual de
que el exceso de peso o la obesidad infantil son consecuencia de
factores biológicos y sociales, al tiempo que enfatizan el hecho que
ningún profesional de la salud debe estigmatizar a un niño o
adolescente que se encuentre en esta condición, ni darles a entender
que son culpables de su peso.
Los autores recomiendan calcular el IMC de los niños a partir de los 2
años, prestando especial atención a los que se encuentran en el
percentil 85 o superior para su edad y sexo (lo que se definiría como
sobrepeso), en el percentil 95 o superior (obesidad) o en el percentil
120 o superior (obesidad grave). Así mismo, se deben vigilar la tensión
arterial y el colesterol de los pacientes con sobrepeso u obesidad,
sobre todo a partir de los 10 años.
A partir de los 6 años, los profesionales deberían entrevistar a los
pacientes y a sus familias para saber qué les motivaría a perder peso
y adaptar las intervenciones a esos factores en lugar de limitarse a
declarar de forma generalizada que es necesario perder peso. Este
paso debería ir acompañado de apoyo intensivo sobre hábitos
alimentarios y de ejercicio físico que contribuyan de manera efectiva a
la pérdida de peso.
Referencia
Clinical Practice Guideline for the evaluation and treatment of children
and adolescents with obesity. American Academy of Pediatrics.
Pediatrics. 2023.