Una dieta con mayor consumo de frutas, verduras, consumo moderado de pescado, productos lácteos está asociada al menor riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad.
Un estudio con 245.000 personas llevado a cabo en 80 países de ingresos altos, medios y bajos, en el que participan países como Brasil, Chile, Perú y Colombia entre otros, concluye que realizar cambios en la dieta en donde se tenga una mayor diversificación de alimentos en vez de mayores restricciones está asociada con una reducción de hasta el 30% de muerte por cualquier causa y un 20% en la aparición de enfermedades cardiovasculares. La dieta debe incluir mayor consumo de frutas, verduras, legumbres, productos lácteos enteros, pescado. Se debe aumentar el consumo de alimentos protectores como las nueces La inclusión de carnes rojas no procesadas y granos enteros no implica un impacto en los resultados, razón por la cual resulta opcional en una dieta saludable.
Hay que tener siempre presente que una “mala alimentación” aumenta el desarrollo de enfermedades crónicas y por ende la mortalidad y que hay que tener siempre presente el poder los alimentos que nos ayudan a proteger de ese impacto.
https://espanol.medscape.com/verarticulo/5911119