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MICROBIOTA VS. ENFERMEDAD

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Algunas enfermedades desarrolladas a través de los tiempos como síndrome de intestino irritable, enfermedades inflamatorias, cáncer, entre otras están relacionadas con la disbiosis. La pérdida de muchas de las especies colonizadoras de la microbiota intestinal, permite cambios en la transmisión vertical del microbioma, que asociado a malos hábitos de alimentación son responsables de la disbiosis. Promover el mantenimiento de la diversidad de la microbiota es la recomendación primaria para prevenir estas enfermedades.

Una buena alimentación es esencial no solo para mantener la salud de la persona, sino también de su microbiota, resultando beneficioso en la simbiosis de la microbiota y el hospedador para condicionar y modular la microbiota intestinal en los niños pero también apoyando la estructura y la funcionalidad del adulto. Por ello, es importante seguir las siguientes recomendaciones a la hora de elegir los alimentos que aportan a la salud de la microbiota:

Yogurt: es aconsejable consumirlo en forma natural, solo o en combinación con frutas, también es ideal para la realización de recetas de postres saludables.

Verduras: consumir muchas verduras, especialmente las que son fermentada como pepinillos, apio, nabos son ricas en lactobacilos, lo cual es beneficioso para la salud de la microbiota ya que ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal.

Aumentar el consumo de frijol: los frijoles pertenecen a la familia de las leguminosas y existen múltiples variedades con alto contenido de proteínas, fibras y vitaminas, que favorecen la reducción de los ácidos estomacales, dan energía y ayudan a potenciar la flora intestinal.

Adicionar o aumentar el consumo de jengibre: especial para consumirlo en infusiones, en ensaladas y gracias a su poder antibacteriano, ideal para cuidar la flora intestinal y reducir sus alteraciones.

Frutas: Los plátanos, los arándanos, las frambuesas, las peras y las manzanas son los más recomendados para cuidar la flora intestinal. Por ejemplo, las manzanas contienen pectina que representa un alimento ideal para las bacterias buenas de la flora intestinal. Son excelentes en fibra y lo ideal es consumirlas con cáscara.

Mantener una alimentación saludable, una rutina de ejercicio es lo más aconsejable y en cualquier caso, acompañado siempre de las recomendaciones del médico tratante y la nutricionista. DOI: 10.1016/j.gastrohep.2021.01.009 Gut microbes and health