Índice de masa corporal en adolescentes vs. el desarrollo de enfermedad renal crónica en adultez joven.

En este estudio se examinó la asociación entre el índice de masa corporal (IMC) en la adolescencia y la enfermedad renal crónica (ERC) temprana en la adultez joven. Se encontró que el IMC alto en la adolescencia estaba significativamente relacionado con la ERC temprana en la adultez joven, incluso en personas aparentemente sanas con un IMC normal-alto y antes de los 30 años de edad. Los resultados sugieren que, dada la creciente prevalencia de la obesidad en adolescentes, existe un aumento potencialmente prevenible de la carga de ERC y enfermedad cardiovascular. El estudio utilizó una cohorte retrospectiva de 629,168 adolescentes israelíes, vinculando sus registros médicos con un registro de ERC de un sistema de atención médica nacional. Se excluyeron personas con patología renal, albuminuria, hipertensión, disglucemia o datos faltantes. Se calculó el IMC en la adolescencia utilizando percentiles de crecimiento del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. La ERC temprana se definió como al menos 2 resultados de relación albúmina-creatinina de orina ≥ 30 mg/g junto con una tasa de filtración glomerular estimada (eGFR) ≥ 60 mL/min/1.73 m2. Se realizaron análisis estadísticos para determinar el riesgo relativo de ERC temprana según el IMC adolescente. Los resultados obtenidos indican que el IMC alto en la adolescencia se asoció con un mayor riesgo de ERC temprana en la adultez joven, incluso después de ajustar por factores de confusión. Dicha asociación fue más pronunciada en hombres antes de los 30 años de edad. Además, la asociación persistió en personas sin diabetes o hipertensión durante el seguimiento. Se encontró que el IMC en la adolescencia estaba relacionado con un mayor riesgo de ERC temprana en la adultez joven, incluso en personas sanas y sin otros factores de riesgo relativos a ERC. Aunque el estudio tiene fortalezas, como el gran tamaño de la muestra y el control estricto de los posibles confusores, también tiene limitaciones, como la falta de datos longitudinales sobre factores clínicos y de estilo de vida y la posible falta de medidas de obesidad abdominal. Sin embargo, los hallazgos sugieren la importancia de abordar la obesidad en la adolescencia como una medida preventiva para reducir la carga de ERC y la enfermedad cardiovascular en la adultez joven.